Título: Trilogía del Malamor: Hacia el Fin del Mundo.
Autor: José Ignacio Valenzuela.
Editorial: Alfaguara
¿Alguna vez te has puesto a pensar en la importancia de los arboles?
¿Y si tu vida dependiera de uno de ellos? Y no solo la tuya, la de tu familia y amigos.
¿Qué estarías dispuesto a hacer con tal de que la última hoja no caiga?
Ángela Gálvez, elige como tema de su seminario de investigación la Leyenda del Malamor. Pero no contó con la jugada de su mejor amiga Patricia, la cual robo su trabajo presentándolo al día siguiente como suyo y viajando al pueblo de Almahue, donde una anécdota se convirtió en la leyenda del Malamor.
Almahue, un pueblo condenado a no poder amar nunca más. La vida de todos los habitantes depende de un gran árbol.
Tiempo después de la partida de su “amiga”, Ángela recibió un extraño video en el cual Patricia se veía más delgada y pálida – ¡Ángela, esto es horrible! ¡Horrible! ¡Ven a salvarme, te lo ruego!–.
“A veces es necesario llegar al fin del mundo para encontrar el amor y la amistad verdadera"
La leyenda del mal amor
Dicen los que lo atestiguaron que en ese pueblo lejano, allá en donde casi termina el mundo, todo comenzó cuando Ernesto se enamoró perdidamente de aquella joven extraña llamada Rayén. Hija única de un científico, casi hechicero alemán para más señas, llamado Karl Wilhelm, quien llegó al pueblo para quedarse a vivir.
Juran los que lo vieron que Karl hacía cosas muy raras con las plantas y árboles del lugar. Que logró que un peral diera manzanas o que un ciruelo diera peras. Que incluso consiguió que un árbol entregara, según la estación del año, peras, ciruelas o manzanas. Nadie sabía cómo lo había logrado, lo único seguro era que su hija había heredado sus poderes y malas artes que desafiaban a la naturaleza.
Aseguran quienes allí estuvieron que Ernesto y Rayén vivieron un amor profundo y pocas veces visto, y que incluso él le pidió matrimonio. Pero en el último momento, Ernesto se acobardó y no pudo defenderla de su familia, de sus amigos, del pueblo entero.
Afirman quienes la vieron que Rayén, transida de dolor y rabia, condenó al pueblo de Almahue a no amar nunca más. Quien lo habite y se enamore, caerá fulminado como el rayo que atraviesa el bosque, cuando cae la lluvia, en donde se quedó a vivir Rayén.
Dicen que hubo un primer libro que hablaba de esta leyenda, pero su autor Benedicto Mohr desapareció misteriosamente y el libro difícilmente se ha vuelto a ver.
Es la leyenda de malamor.
Mi opinión:
¡ENAMORADA! total y completamente enamorada me dejo este libro, la historia tiene mucho misterio, amor, aventura, magia, pero magia de la buena, de esa que no sabes ni como expresarla pero la sientes en todo tu ser.
Al principio no creí que estuviera tan bueno pero ¡OH DIOS! nunca juzgues a un libro por su portada porque te puedes estar perdiendo del libro que marque tu vida, y no solo resulta que la historia es buena si no que José nos lo explica de un modo que se te pasa el tiempo como agua, lo imaginas, lo ves, lo sientes, ¡Y LITERAL LO HUELES!
Sin duda es una historia que no se puede dejar de leer y vuelves a releer, te abarca temas desde la alquimia, a la herbología, la magia y el AMOR.
La curiosidad, la lealtad de nuestra protagonista Ángela, el odio de Rayén, hacia su amor imposible, hacia el pueblo que la margino, una leyenda que la gente teme y que suprime el mejor de los sentimientos ya que de eso depende de que el pueblo de Almahue no se pierda en el fin del mundo.
Pero por amor ¿No estarías dispuesto a ir al fin del mundo?
Calificación:
No te lo puedes perder